Adhara Ojeda- cortesia / redacción@construarte.com.ve
¿Cómo abordar el drenaje de aguas? Uno de los grandes desafíos de las ciudades en todo el mundo es el funcional manejo de las aguas, especialmente en los períodos de lluvia.
En Territorio venezolano, el problema quizá se hace más visible en algunos meses del año, ya que es mucho más frecuente que los colectores de aguas de lluvia colapsen constantemente. Los sistemas de drenaje determinan el desarrollo y configuración de las ciudades, lo que es parte fundamental de la planificación urbana.
Cuando las lluvias son muy fuertes y se juntan con las aguas servidas puede llegar a producirse grandes problemas. Un claro ejemplo es lo que ocurre en ciudades como Puerto Cabello en el estado Carabobo, donde regularmente las comunidades quedan incomunicadas por la obstrucción de tuberías y la crecida de ríos de la zona.
Debate internacional
El tema es un verdadero debate internacional. Por ejemplo, el sistema unitario ha tenido mucho éxito en Europa Central y del Sur, porque no tienen que coexistir dos redes una al lado de la otra, lo que facilita las obras y la operación y mantenimiento, y sobre todo porque las redes unitarias permiten que las primeras lluvias, que son las que llevan más contaminantes (hidrocarburos, …) vayan hacia las depuradoras para ser tratadas.
En el caso de las redes separativas “solo funcionan bien en países bien organizados, con mucho control por parte del Estado (control de las interconexiones, de las cámaras, entre otros elementos) y con un alto nivel de PIB, como por ejemplo en el norte de Europa, ciudades pequeñas o ciudades nuevas o en recientes desarrollos periurbanos”, comentaba Sandra Andreu, directora de Desarrollo Sustentable de Aguas Andinas en un seminario organizado por la Asociación Interamericana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental de Chile, donde participaron funcionarios del sector público, privado y de la academia.
¿Es posible la coexistencia de ambos sistemas?
Hay países donde coexisten ambos sistemas, algunas ciudades del país optando por sistemas separados y otras por sistemas unitarios. Países como Austria, Francia, España, Bélgica e Irlanda, entre el 70 y 80% del sistema es unitario, mientras que en Finlandia y en Australia no supera el 15%.
El 90% de las redes de República Checa es unitario, pero en Estados Unidos, esta cifra llega al 25%. En varios países también se da que los sistemas separativos terminan conectados a colectores unitarios, para gestionar el tema de la calidad de las aguas lluvias.
Por la conciencia creciente del problema de la contaminación que transportan las aguas lluvias, en general, cada vez más, el sistema unitario cobra fuerza. Lo importante, es que hay que construirlo de tal forma que soporte los períodos intensos de lluvias sin colapsar. “Por lo general la cañería de un sistema unitario es de 3 a 5 veces más grande que la de una de alcantarillado, y hasta 8 veces en sectores con precipitaciones muy importantes”, explicaba Andreu en su presentación.