Gabriela Trillo Aguilar / redaccion@construarte.com.ve
El pan es un alimento básico en la gastronomía del mundo, presente en la cocina de Europa, América; Oceanía y Oriente Medio se ha convertido en una preparación popular a base de muy pocos ingredientes: harina, agua, sal y levadura.
Según registros históricos, el pan fue un alimento fundamental en épocas ancestrales que aportaba importantes nutrientes al cuerpo; debido a la variedad de cereales utilizados para su realización como el trigo, el centeno, la cebada, el maíz y el arroz.
Como acompañante y también como comida principal, el pan resulta delicioso. Y dependiendo del objetivo de su preparación; puede cocinarse con levadura para hacerlo más esponjoso, o sin ella.
Aunque la elaboración del pan ha sido industrializada por grandes compañías; es posible realizarlo en casa sin mayores complicaciones. Incluso; pueden agregarse distintos ingredientes tradicionales de cada país que le den un sabor especial.
A continuación una sencilla receta para hacer pan casero extraída de www.directoalpaladar.com
Ingredientes:
- 750 g harina de fuerza
- Una cucharadita de levadura seca (equivalente a 15 g levadura fresca),
- Media cucharada de sal
- 450 ml de agua tibia
- Harina, para la mesa
Preparación
Mezcla
Tamiza la harina y la sal sobre un cuenco. Mezcla la levadura con el agua tibia, pero sin sobrepasar los 40º; ya que destruiría el fermento vivo. Si usas levadura fresca; deja reposar unos 15 minutos la mezcla de levadura con el agua; hasta que forme burbujas en la superficie.
Haz un hueco en el centro de la harina; y vierte la mezcla de levadura, removiendo a fondo con las manos hasta que la masa se desprenda de los bordes. Si ves que está demasiado blanda y húmeda; añade algo más de harina. Si está muy seca; humedece un poco la masa.
Amasado y refinado
Pasa a la mesa enharinada y amasa a fondo durante 15 minutos. Para ello sujeta la masa con una mano y; con la palma de la otra, estira la masa extendiéndola hasta que empiece a rasgarse. Dobla luego sobre si misma al mismo tiempo que la retuerces ligeramente (un par de giros). Continúa extendiendo; doblando y retorciendo la pasta con un movimiento rítmico y regular; durante 15-20 minutos.
La pasta estará lista cuando no esté pegajosa; se extienda fácilmente y se note suave al tacto.
Primera fermentación
Lava bien el cuenco, unta con aceite ligeramente e introduce dentro la masa. Cubre con film transparente; para mantener la humedad, y deja fermentar en lugar tibio hasta que duplique su volumen; entre una hora u hora y media. Se conoce el punto cuando al presionar con el dedo la huella desaparece muy lentamente.
Segundo amasado
Pasa la masa a la mesa y haciendo una presión ligera con la palma de la mano; ve amasando la masa en sentido circular, doblando los bordes hacia el centro, repitiendo el proceso. Cuando tenga forma redondeada; da la vuelta al pan dejando los pliegues en la base.
Cubre el pan con un trapo limpio y deja reposar 10-15 minutos. Repite el amasado anterior; para dar forma redonda de nuevo.
Segunda fermentación
Esta segunda fermentación es la que dará esponjosidad al pan. Coloca el pan sobre una tabla lisa enharinada y cubre con un lienzo seco. Deja fermentar en sitio cálido durante 50 minutos.
Los tiempos de fermentación son aproximados, ya que dependen mucho de la temperatura ambiente y la humedad; incluso del tipo y cantidad de levadura utilizada.
Horneado
Enciende al horno a 230º. Para obtener una atmósfera húmeda introduce una bandeja con agua caliente en la base del horno. Introduce la bandeja del horno a media altura; para que se vaya calentando.
Una vez el pan haya subido lo suficiente, haz una incisión poco profunda en la superficie; con una hoja de afeitar o cuchillo muy afilado, para que desarrolle más corteza. Desliza el pan en la bandeja del horno; pulveriza con agua fresca el horno. El vapor es fundamental para la formación de la corteza.
A los 20 minutos, tiempo durante el cual el pan sigue subiendo; retira la bandeja con agua del horno. Sigue la cocción otros 15-20 minutos; baja la temperatura a 200º y deja acabar el horneado, hasta que el pan esté cocido. Esto lo sabremos cuando al golpear la base con los nudillos suene a hueco.
Enfriado
Deja enfriar sobre rejilla. No lo cortes hasta que esté completamente frío, mejor incluso al día siguiente; que habrá perdido el exceso de humedad.
Sin duda es un proceso laborioso, pero vale la pena. ¡Anímate y haz tu pan casero!