Gabriela Trillo Aguilar / redaccion@construarte.com.ve
Venezuela es un paraíso de maravillas naturales. Una muy reconocida es el monte Roraima, ubicado en el parque nacional Canaima, a 2810 metros sobre el nivel del mar; su majestuosidad es un atractivo turístico, que ha convertido a la Gran Sabana en un destino perfecto para vivir aventuras. Tanto, que las visitas de extranjeros son muy comunes.
El Roraima, es el más alto en la cadena de tepuyes de la sierra de Pacaraima que se sitúa en América del Sur, por ello, distintas empresas realizan tours durante todo el año para excursionistas, que generalmente son personas impacientes por conocer más sobre esas tierras con la geología más antigua del planeta.
A pesar de su altura, este tepuy fue uno de los primeros en ser ascendidos en 1884 por el británico Everad in Thurn, a través de una especie de escalera rocosa que está en el lateral de la meseta. Desde entonces, se ha convertido en un lugar ideal para mochileros y caminantes.
Otra bondad de este paraíso, es que de su cima caen abundantes cascadas, que continúan el recorrido por el río Orinoco, el Esequibo y el Amazonas. Además de ser una fuente de vida, ofrece a los turistas el maravilloso placer de ver sus aguas caer.
Para subir el Roraima, se necesita de dos días por lo general, sin contar el tiempo de descenso. Lo más recomendable, es realizar el recorrido con guías especializados y conocedores de la zona, pues entre tanta vegetación, es muy fácil perderse. Aunado al hecho de que la lluvia y neblina son frecuentes en el lugar.
El disfrute y la diversión combinadas
Aunque el trayecto es agotador, se torna entretenido al observar el hábitat natural compuesto de una espectacular fauna y flora. Así, llegar a la cima, que por cierto es lo más satisfactorio, es mucho más sencillo.