Isabella Marinelli C. / redaccion4@construarte.com.ve
Los jardines interiores han surgido como una alternativa para aquellos amantes del verde que, aunque no disponen de un patio o balcón para las plantas, desean tener la naturaleza presente. Contar con un pequeño jardín en cualquier espacio no solo le brinda un acabado más fresco al lugar, sino que cambia por completo el look del entorno. Así que, para todas esas personas que creyeron que por vivir en un apartamento en la ciudad no podían lucir unas bonitas plantas o un huerto funcional, hay buenas noticias.
Largo y moderno


Las posibilidades son varias. Este jardín de forma rectangular se extiende en el área con mucha distinción. Otro aspecto importante a considerar es que la luz pasa a través de los vidrios, incidiendo perfectamente en las plantas. Pero no siempre es así.


Se trata de un jardín zen, que combina piedras, arena y bambú. Se encuentra separado del resto de la sala por paredes de vidrio, conjugando ambos espacios con sencillez. Es un estilo bastante extendido.
En ambos casos, la arquitectura del área se presta a fin de poseer un jardín interior. Pero, ¿qué pasa cuando no hay entradas de luz directas?
Color y elegancia


Este pequeño jardín se conforma de diminutas especies y piedras decorativas, las cuales, son un elemento ideal para adornar. Una excelente alternativa para complementar el espacio verde. Por si fuera poco, las plantas de flores colgantes le aportan mucha vida al lugar. En fin, no hay más que imaginar cómo luciría el pasillo sin el jardín.
Plantas para interiores
Es fundamental tener en cuenta que no todas las plantas son aptas para tenerlas en casa. Muchas especies no dependen tanto del sol como otras o simplemente no requieren tantos cuidados, especiales para los más despistados. Por estos motivos, existen ciertos tipos de flores especiales para estas áreas.


En este sentido, las más comunes son: planta rosario, -también conocida como bolitas colgantes-, palmera Kentia, árbol de jade, árbol lira, árbol del caucho, cactus, lengua de suegra, aloe vera y malamadre, a su vez llamada araña o lazo de amor.