Manuel Francisco Pinto, de la ingeniería mecánica a las bellas artes

Manuel Francisco Pinto es ingeniero mecánico egresado de la Universidad de Carabobo y miembro de la Federación Venezolana de Tiro, sin embargo –como en la biografía de los grandes de las bellas artes- se ha apasionado por el mundo artístico desde que era un pequeño.

Comenzó a pintar  a finales del año 2015, “cuando empecé a plasmar esas ideas que tenía guardadas e intentar hacerlas realidad en lienzos” y desde entonces su casa es su taller.

Para este nobel artista valenciano los días transcurren entre el trabajo y las actividades de sus hijos. “Mis trabajos los hago en el patio de mi casa, por allí pasan los niños o mi esposa diciendo que les gusta o le falta algo al trabajo que esté realizando en ese momento.

Recuerdo una vez a mi esposa pasar y decirme que estaba lo que yo estaba haciendo, a lo cual le conteste que aún no estaba terminado, horas más tarde se convirtió en su pieza favorita”, decía en tono divertido.

Pinto reconoce el rigor del trabajo artístico, por lo que nos confesó que trabajar en la comodidad de su hogar quizá no sea lo que más le conviene.  “Siempre tengo que sacar todos los implementos que uso como pinturas, lienzos, espátulas y al terminar debo  guardar, recoger y limpiar todo. Creo necesito un taller”, meditaba en voz alta.

Aunque por el momento Manuel Francisco no tiene formación académica en materia artística él asegura que la ingeniería ha sido fundamental en su proceder, “la ingeniería es una ciencia en que prácticamente todo lo tienes que dibujar en planos o bocetos para que pueda ser entendida por las personas, esa influencia se nota en la relación de los espacios propuestos en mis obras”.

A su juicio, no existe un día creativo como tal, todos los días son creativos, “las ideas pueden llegar en momentos que puedo estar haciendo otra cosa, cuando tengo tiempo hago un boceto sobre cualquier pedazo de papel o anoto en mi teléfono las ideas principales sobre lo que quiero expresar y así van surgiendo piezas abstractas diversas”.

En la actualidad los materiales que utiliza para trabajar van desde maderas, lienzos, lonas, paletas, pinceles y pinturas acrílicas; “espero pronto incluir algunos objetos relacionados a la mecánica”, asegura.

Pinto plantea que solo existe una forma de ser único y es trabajando con el alma y el corazón, expresando sus propios sentimientos y visiones de la vida cotidiana, por lo que su mayor deseo es que su trabajo permita explorar la relación entre el espacio y los colores así como la perspectiva generada, todo en un solo plano. “Las deformaciones del espacio o los materiales flotantes expresan esa relación”, dice.

Para esta promesa carabobeña el arte es su forma de expresar las ideas, emociones, sentimientos que dan valor al espíritu e intranquilidad a la mente, buscando crear imágenes que puedan ser interpretadas más allá de lo simple

“Hoy estoy experimentando con los rojos y naranjas como motivos principales. Mañana algo nuevo vendrá”, asegura al referirse a los colores que definen su obra.

Su compromiso personal es seguir trabajando y creando cada día que pasa, “mi cerebro no para de producir nuevas ideas, creo el fruto de esa constancia pronto estará dando resultados en el mundo a las bellas artes”.

Al finalizar agradece a su madre, a quien considera “su artista favorita”, a su esposa “fuente de mi inspiración” y a Jorge Veliz, mentor y maestro.