Órbitas, el resultado artístico de Justo Osuna

Karina A. Blanco-Uribe T./Fotos:Cortesía del artista

 

Justo Osuna, nació en Barcelona en 1961 y ha dedicado toda su vida a el arte; egresado en 1979 de la Escuela de Artes Plásticas Armando Reverón mención Arte Puro y ganador de diversos galardones durante todo su recorrido artístico; hoy nos trae su más reciente trabajo llamado “Órbitas”,  el cual indudablemente ha demostrado toda dedicación continua obtenida desde sus inicios. Osuna, quién ha interrumpido de forma notable en la escena artística venezolana, sigue predominando la tela, el trazo y el color.

La fijación paisajística de Justo Osuna, lo dirige a enmarcar su esencia en cada obra, dándole movilidad a cada línea y pigmento, “una geometría floral” como él mismo lo califica. En este caso, esta nueva propuesta es llena de colores vivos y gestos convocados a la metáfora que nace de su propio asombro por lo vital, que inicialmente comenzó en una exploración sobre armaduras de grillos y a partir de ahí la naturaleza envolvió el interés del maestro; posteriormente después de largos análisis en torno a la luz, los árboles y la flora en general; lo llevan a dejarse influenciar de manera directa sobre sus trabajos y dándonos como resultado, la maravillosa labor que ha desempañado en su más reciente hazaña, que otorga sin duda alguna resultados armoniosos para la vista.

Roberto Alonzo Figueroa, quien escribe en el catálogo que acompaña la muestra, Órbitas, “se materializa en un gesto que concreta círculos convocados con el afán de convertirse en metáfora de lo sugestivo, y así  aprehender la maravilla hecha realidad y poder expresarla desde un asombro vital”.

Osuna desde lo mas profundo

La entrada al taller de este valiosísimo artista, precede una vista permanente de colores y contrastes que acompañan sus pinceles de mezclas minuciosas donde los matices y las gestualidades sugieren un ambiente digno de un pintor, que a simple vista se encuentra en la definitiva búsqueda de la innovación de formas que deparen el entorno.

A lo largo de su carrera, las piezas de Osuna han estado en exposiciones individuales y colectivas en Venezuela y el extranjero desde antes de 1990 y son el resultado del profundo amor y aprendizaje en las especialidades como: pintura, cerámica, escultura y grabado; lo que lo destacan como artista entre tantos, la personalidad que evoca en cada una de sus obras es realmente inigualable y llevan en ellas vestigios de su propia naturaleza.

  1. ¿Qué logros significativo ha tenido durante su trayectoria?

Haber  logrado realizar mis estudios a nivel de Arte Puro y viajar a la ciudad de Florencia, Italia, a cursar estudios.

Además esta profesión me ha permitido visitar museos importantes a nivel mundial.

 

  1. ¿Qué influencia tiene su vida personal en su arte?

El mayor incentivo de mi carrera artística fue el desafío de luchar en contra de un entorno que no valoraba el arte, fue un reto que me impulsó  a buscar la excelencia y defender el amor por la pintura.

 

  1. ¿Cuáles han sido los momentos de más felicidad?
  • Mi primera exposición individual en la Galería Vedobleve en la Ciudad de Caracas.
  • Haber participado en el montaje de una exposición del maestro Jesús Soto.
  • El apoyo del maestro Pedro Barreto (Premio Nacional de Escultura) marcando con su presencia durante mi exposición individual en Galería 700 Arte y Antigüedades en la ciudad de Maracaibo.
  • La presencia del maestro Alejandro Otero en mi exposición individual en la Galería de Arte Moderno de Puerto La Cruz Estado Anzoátegui.

 

  1. ¿Qué artista ha influenciado directamente en su estilo?
  • Armando Reverón el maestro de la luz, al inicio de mi carrera sobre todo por sus paisajes y su gestualidad.
  • Wilfredo Lam
  • Alejandro Obregón
  • Claude Monet
  • Vincent Van Gogh
    • Estos 4 últimos maestros me inspiraron a seguir en el tema de la naturaleza e investigando hasta el presente.
  1. ¿Cuál es el aspecto que más te gusta de tu trabajo?

El color, la grafía y la diversidad de formatos que he realizado tanto en obras bidimensionales, como tridimensionales.

 

  1. ¿Qué cualidades aprecias del público?

El respeto por el arte y por la pintura.

El apoyo que me han brindado en cada evento que he realizado tanto en Venezuela como a nivel internacional.

 

  1. ¿Qué estilo te describiría mejor?

Mi estilo tiene similitud al Impresionismo, pero debo destacar que en mi trabajo detallo el interior del objeto, simplificando el tema central que es la naturaleza. Detallo cada elemento y a su entorno, según mi percepción, reflejando su luz, movimiento e interacciones.

 

  1. ¿Cuándo te diste cuenta de que era esto a los que te querías dedicar?

Fue una pasión innata, desde muy joven fui atraído por las artes: la cerámica, escultura, el dibujo y finalmente la pintura, la cual me ha brindado muchas satisfacciones, me ha permitido estar presente tanto en salones regionales, nacionales, internacionales, marcando presencia en diversas ciudades entre ellas: Miami, Nápoles, Santo Domingo, Washington, New York, Dubái, Calgary.

 

  1. ¿Que deseas transmitir con tu trabajo?

El encuentro con la naturaleza: la flora y la fauna. Expresar la fuerza del trópico a través del color y la línea que son el componente fundamental  de mi obra.

 

  1. ¿Cuál de tus obras te representa más en lo personal?

Mi obra tiene varios periodos desde el inicio con la Serie Ovoide (Los Grillos), luego otro periodo donde el personaje principal son Los Arboles, un ejemplo de este periodo es Nahaki que significa mundo de oscuridad; esta fue una serie muy sombría donde represento la tristeza y rechazo  por la tala y la quema. En otros periodo hay obras significativas entre ellas: Dama de la noche, Mariposas Danzantes, en la serie órbitas Los Girasoles, Sabanas monaguense y Nenúfares.

 

Sus exposiciones 

Es impresionante como a lo largo de los años las pinturas de Justo no se repiten; los colores y las líneas que ya lo identifican como artista se reinventan con cada trazo, lo que además de hacerlo un pintor destacado lo lleva a posicionarse como una personalidad que evoluciona con cada pincelada.

Además de muchas de las exposiciones que mantienen a Osuna sumergido en su taller; en el año 2015 se planteó un diseño para el museo vial en ciernes Guatire-Guarena, que como objetivo tiene darles la oportunidad a varios artistas venezolanos de que puedan con sus obras embellecer la avenida que comunica a Oriente con la ciudad capital. Ciudades como: Miami, New York, Washington, Caracas, Valencia, Barquisimeto, Barcelona, Cumaná y muchas otras han sido escenarios demostrativos del trabajo que con mucho esfuerzo el pintor barcelonés ha desempeñado en el medio artístico; que sin lugar a duda esperamos que pueda seguir impregnando magia en cada lienzo y representándonos en varios países de América Latina, Europa y Norteamérica. Una personalidad que desde hace un tiempo nos viene conmoviendo con su inusual gama de colores, su audaz creatividad y su sorprendente muestra de colores, ese es Justo Osuna.

 

Línea y color

La pintura de Justo Osuna ha girado hacia ámbitos significativos a lo largo de su trayectoria. Un recorrido visual sobre su obra nos aproxima a constatar el desarrollo continuo obtenido desde los años 80, cuando el pintor irrumpió en la escena artística venezolana. Pero a pesar de las diferencias temáticas abordadas por él, prosigue predominando en la tela el trazo y el color.

Precisamente, desde aquella jerarquía primogénita del dibujo representada en  la exploración sobre armaduras de grillos, la naturaleza siguió premiando el interés de Osuna. Posteriormente,  indagó en torno a la luz, la tierra, los árboles y la flora. Estos elementos  lograron conformar una cosmogonía que una vez internalizada configura resultados armónicos.

Sin embargo, su pintura no se enmarca en una fijación sustantiva y primordial por una convención paisajística, menos da crédito a la mera figuración, sino que parte del elemento central que moviliza a su obra,  entre línea y pigmento, para ceder espacio a “una geometría floral”, tal como él mismo califica a una propuesta que se materializa en un gesto que concreta círculos convocados con el afán de convertirse en metáfora de lo sugestivo, y así  aprehender la maravilla hecha realidad y poder expresarla desde un asombro vital.

Roberto Alonzo Figueroa