Un arquitecto de paisaje, o paisajista, se concentra en el diseño del espacio exterior. Kees Van Rooij
Por azares del destino, Kees Van Rooij llegó a México hace 25 años. Traía consigo una amplia formación en escuelas tecnológicas de horticultura, diseño y construcción de paisaje en su natal Holanda, así como una estancia en la Academia de Arquitectura de Ámsterdam.
El paisaje de México y su riqueza natural lo cautivaron. Esto, aunado al hecho que el país carecía de una cultura ecológica, lo llevó a establecer una empresa dedicada a la arquitectura de paisaje. A la fecha Kees Van Rooij Arquitectura de Paisaje cuenta con decenas de proyectos residenciales, comerciales y corporativos.
¿Qué es lo que hace un arquitecto de paisaje?
Un arquitecto de paisaje, o paisajista, se concentra en el diseño del espacio exterior, puede ser privado o público. Así como un arquitecto define espacios a través de paredes, techos y pisos, nosotros lo hacemos con árboles, vegetación y otros elementos naturales. En Europa la mitad del grueso del trabajo que se hace en esta área es para espacios públicos, aquí está dirigido en su mayoría a espacios privados, ya sean residenciales, corporativos o comerciales. En nuestro caso específico nos hemos especializado en áreas verdes para desarrollos residenciales.
Esto significa en la mayoría de los casos trabajar sobre lozas ya que estas áreas suelen planearse sobre estacionamientos subterráneos. También hacemos muchos roofgardens o techos verdes, generalmente para edificios corporativos. Esto responde a que actualmente en México ya se está aplicando la certificación LEED, lo cual, entre otras cosas, obliga a tener una cierta cantidad de áreas verdes o al aire libre.
¿Es importante que el arquitecto paisajista y el proyectista trabajen en estrecha colaboración?
Es muy importante. Los mejores proyectos que hacemos en el despacho son aquellos en los que estamos involucrados desde un inicio y que toman en cuenta los requerimientos que se necesitan para el diseño del paisaje, como la carga a considerar, el desagüe pluvial, el riego con agua tratada. Se deben de visualizar con anterioridad todas estas necesidades para que no se den situaciones en las que ya no se pueda hacer nada, como puede ser acumulación de agua, erosión y deslaves.
Hay también que considerar cuáles son las condiciones del terreno para no ir en contra de estas de manera que se tenga que recurrir a recursos mucho más costosos. Por todo esto es muy importante trabajar además de con el arquitecto con un equipo de especialistas como lo son ingenieros hidráulicos, estructurales, eléctricos y expertos en iluminación.
¿Cuáles son los errores más comunes que se suelen dar en la diseño de paisaje?
El error más común es que todo el mundo piensa en acabados, en imagen y no en que el espacio exterior debe funcionar, no consideran las condiciones naturales del terreno y cómo van a influir en la superficie en la que se aplique. Por ejemplo, para que funcione bien un jardín hay que considerar un subsuelo de cierta profundidad para generar un estrato que absorba la humedad y permita tener vida. Esta es la manera como árboles y plantas pueden crecer y alcanzar la altura debida. Lo que se da en un jardín depende de lo que está en el subsuelo.
¿Qué crees que puede hacer un área verde por un espacio, ya sea residencial, comercial o público?
Ante todo dar vida, generar las condiciones necesarias para poder tener plantas, árboles, agua, piedras y otros elementos orgánicos. Si se combinan con materiales no naturales, como por ejemplo con el concreto aparente, se producen no sólo interesantes contrastes, sino también juegos de luces y sombras –el reflejo del agua o la sombre de un árbol reflejados sobre una superficie– que al estar en constante movimiento también crean la sensación de vida.
¿A qué se debe que actualmente en arquitectura de paisaje se están introduciendo especies que no son exclusivamente de ornato?
Es una tendencia que parte de la necesidad de buscar ambientes más naturales, con plantas y especies nativas que no necesariamente respondan al concepto tradicional de plantas de ornato, como lo son algunas flores.
No es una idea nueva, desde los 90 ya se empezaban a buscar plantas con colores más naturales. Pero creo que el hombre tiende a regresar a sus raíces; durante varias generaciones hemos vivido desligados de los procesos naturales de la tierra y la gente ya siente la necesidad de reconectarse a ella, de sembrar, de disfrutar de sus espacios exteriores y de consumir lo que cosecha.
Los espacios se han reducido lo que ha hecho muy difícil poder tener un jardín, la gente quiere convertir techos, muros y terrazas en
un espacios verdes, ¿qué tan fácil es esto?
La idea de convertir muros, techos y pisos en este tipo de áreas no es nuevo. No es barato cuando se hace en un espacio que originalmente no estuvo planeado para esto, pero sí es posible hacerlo, existen todo tipo de recursos que se pueden aplicar. Lo ideal sería que desde el inicio de los proyectos se consideraran qué porcentaje de áreas verdes, con respecto a los metros cuadrados de construcción, se van a tener y de qué tipo serán: verticales, horizontales, comunes, para entonces poder hacer la planeación adecuada.
Kees Van Rooij
Fuente: www.arq.com.ve